El ex presidente sudafricano, Nelson Mandela, ha fallecido hoy en su casa de Johanesburgo, en Sudáfrica, a los 95 años de edad después de que los médicos le permitieran apagarse junto a su familia tras ser hospitalizado en varias ocasiones desde el pasado mes de julio por las repetidas complicaciones producidas por una insuficiencia respiratoria. Nelson Mandela fue héroe de la lucha contra el apartheid, premio Nobel de la Paz en 1993 y fue elegido primer presidente negro de Sudáfrica en 1994.
Mandela ha dejado de vivir, pero permanecerá vivo para siempre en la historia de la Humanidad y en patricular de África. Mandela se ha ganado el derecho de tener un lugar en mayúsculas en la historia como defensor de los derechos humanos por su lucha contra el Apartheid, el regimen de segregación entre la minoría blanca que lideró Sudáfica durante 44 años en al segunda mitad del sigloXX y la mayoría negra, sometida a la anterior.
"Señor, nos habéis traído a este hombre sobre la Tierra, ahora nos hace falta que lo liberéis para que siempre esté vivo entre nosotros". Ésta fue la sentencia que en julio, cuando Mandela volvió a ser ingresado en un hospital de Pretoria afectado por una infección pulmonar, pronunció Andrew Mlangeni, amigo personal y antiguo compañero de prisión de Mandela.
Mlangeni pidió entonces a sus compatriotas, con emoción y ante las cámaras de televisión, que los sudafricanos -todos: blancos y negros- que dejaran partir al héroe de la nación para que dejara de sufrir y se reuniera con Dios.
Mandela, de 95 años de edad, fue hospitalizado a principios de junio de este año por cuarta vez en seis meses por problemas respiratorios graves que han acentuado su neumonía.
Su última aparición pública se produjo el 20 de abril de este año, donde se pudo apreciar a un anciano con un semblante muy frágil y con los ojos mirando hacia ninguna parte. Un hombre marcado por su propia historia y por la de millones de sudafricanos que vieron en él el espejo de la libertad.
Su esposa, Graça Machel, anuló un reciente viaje a Londres para quedarse junto a él en la cama del hospital. Makaziwe Mandela, hija de Mandela fruto de su primer matrimonio con Evelyn, también permaneció hasta el último suspiro de la vida de su padre y como representante de más de las dos docenas de familiares y descendientes que forma el clan de los Madiba.
En el ámbito de la salud, como en el de la dura vida que le tocó vivir para defender la igualdad entre los blancos y los negros en Sudáfrica, Mandela tuvo que superar varios combates.
El antiguo prisionero fue tratado en 1988 por una grave tuberculosis que contrajo en prisión junto con otro grupo de convictos que años más tarde le acompañarían en su lucha política.
En 2001, Mandela superó un cáncer de próstata y con 75 años de edad los médicos le operaron de cataratas. Pero en los últimos dos años, Mandela padeció un sinfín de complicaciones motivadas por sucesivas infecciones pulmonares, pero como recuerdan sus familiares "ningún luchador es inmortal".
Ídolo para todo un pueblo
A mediados del año pasado, Madiba -el apodo cariñoso con el que sus próximos y seguidores le conocían- se retiró al pueblo de Qunu que le vio crecer para descansar y ver la vida pasar con la calma que no tuvo durante más de 50 años dedicados primero, a la lucha y luego a la política en favor de la igualdad en su país. Desde esa pequeña localidad Mandela vio pasar la película de su vida.
A los cinco años de edad, Mandela se dedicaba a pastorear ovejas y becerros a las afueras de Ciudad del Cabo, la ciudad que le vio nacer. Fue uno de los 15 hijos de Henry Mgadla Mandela, consejero principal del Jefe Supremo de Thembuland, quien a la muerte de su padre se convirtió en tutor de Mandela.
El joven dirigente participa en las primeras huelgas estudiantiles en 1940 que supuso su expulsión del centro. Tras sus primeras protestas conoce a Walter Sisulu, quien le ofreció un empleo en un bufete de abogados de la capital sudafricana.
En 1944, junto a Sisulu, Tambo y Anton Lembede, fundan la rama juvenil del Congreso Nacional Africano (ANC). Fue en ese momento cuando decidió convertirse en el secretario nacional de esta organización y defendió en 1948 la vía del diálogo para eliminar el apartheid impuesto por la minoría blanca de origen colonial que gobernaba Sudáfrica con mano de hierro y excluyendo con violencia, matanzas y represiones a los negros de la igualdad social en el país africano.
A finales de 1952, fue detenido en virtud de la Suppression of Communism Act (Ley de Represión del Comunismo). Aunque su condena de nueve meses quedó en suspenso, se le prohibió acudir a mítines o abandonar el distrito de Johannesburgo.
Mandela fue el primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente mediante sufragio universal así como el líder del Umkhonto we Sizwe, el brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA).
En 1962 fue arrestado y condenado por sabotaje, además de otros cargos, a cadena perpetua. Estuvo 27 años en la cárcel confinado en la prisión de Robben Island tras ser condenado en 1964 a cadena perpetua.
Tras su liberación en 1990, Mandela lideró a su partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, que finalmente logró en 1994 con la celebración de las primeras elecciones democráticas por sufragio universal. Ganó las elecciones y fue presidente desde 1994 hasta 1999.
Cuando se aupó al poder no le venció el rencor, ni el odio contra aquellos dirigentes blancos que le impusieron sus ideas con la violencia, sino todo lo contrario: Mandela defendió durante su mandato como presidente democrático de Sudáfrica la reconciliación pacífica entre blancos y negros en el país que ahora llora su muerte y que recuerda que en 1991 se abolió la última ley del Apartheid que durante tantos años separó a negros y blancos.
El gobierno del presidente blanco Frederik Willem de Klerk liberó a Mandela en febrero de 1990, después de legalizar el ANC y otros partidos políticos. En 1991, el régimen sudafricano abrogó la última de las leyes que constituían la base legal del apartheid.
Mandela y De Klerk compartieron en 1993 el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para establecer la democracia y la armonía racial en Sudáfrica.
Mandela se convirtió en 1997 en un líder indiscutible de las relaciones internacionales africanas, mediando en varios conflictos, como en el de Zaire (actual República Democrática del Congo), que en la primera mitad de ese año acabó por suponer el fin del régimen de Mobutu Sese Seko hasta el año 1999, concretamente el 20 de junio, cuando Mandela decide entregar el poder a su sucesor: Thabo Mbeki, siendo éste el primer gesto para retirarse de la política de forma activa aunque estuvo muy presente en el país desde aquel año hasta hoy.
En julio de 2001, la oficina de Nelson Mandela anunció que el ex presidente sudafricano, padece un cáncer de próstata. Mandela contrajo matrimonio tres veces y tuvo un total de cinco hijos y Winnie Mandela, su ex mujer, fue arrestada acusada de fraude y robo por un caso de préstamos bancarios. Su última esposa es la ex primera dama de Mozambique, Graça Machel. Está en posesión de más de un centenar de títulos universitarios honoríficos y galardones de todo el mundo.
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